No te voy a contar mi día de ayer, no te voy a contar que estuve en Segovia, que fui a encontrarme con Andrelo alias «Pipas de coco», que disfruté asomándome a una ventana de su vida, que me emocioné escuchándole susurrar una canción a una chica sentada en silla de ruedas que aunque parecía ausente participaba y continuaba con su melodía. No te voy a contar todas las caras que tiene este poeta, rapero, ni todo lo que compartimos en nuestras conversaciones.

No te mostraré una foto del puente por el que cruzamos el río y por el que transitaba Machado en sus tiempos de Segovia, ni te mostraré la imagen del Jardín de los poetas.

No te contaré que hicimos volar una pelota de lana sujeta con manos imposibles mientras sonaba la música, ni te voy a decir que visité un teatro okupado hace años en el que un grupo de gente, de esa que pensamos diferentes, recreaba un barco pirata regado con pompas de jabón al ritmo de «Mares igual que tú».

No te voy a decir que durante la tarde de ayer se me saltaban las lágrimas al ver tanta belleza, al mirar a Pilar a los ojos y sentir cómo me estrechaba el brazo para después cantarme un flamenco terminado en Estambul.

¡Qué afortunada soy de haber visto trabajar a Marta de saber que muy pronto podremos conversar sobre su compañía de teatro! De haber subido con Rogelio a conocer los entresijos del teatro, de que mostrara vestuarios, sombrereras e inventos.

¡Qué placer compartir con otros locos, con otros soñadores, con esos que crean nuevas olas, nouvelles vagues y las surfean! Pronto lo escucharéis por eso hoy no os lo voy a contar. Ni os voy a decir que todo esto promete una futura grabación del podcast «Te cuento a gotas» bastante hermosa. Y por supuesto no os voy a decir que la fecha del evento es el próximo 1 de marzo. Ni que puedes reservar ya tu plaza en hola@mardelrey.com

No te voy a contar todo eso porque entonces, te estaría diciendo demasiado.